Iba a pie, en el campsite de Xakanaxa, en el Delta del Okavango en Botswana. Nuestra plaza de acampada estaba a unos 200 metros del edificio de los servicios y, en medio, un elefante. Siempre hablamos en los viajes de la nobleza de los elefantes. Marcan sus líneas rojas, te miran fijamente y baten sus orejas y debes darte por avisado. Esta vez, quizás la traspasé confiado ante el joven impetuoso ejemplar macho. Acordaos siempre de guardar las lineas rojas de la fauna. Está claro, debo reemprender la costumbre de hacer ejercicio 🙂
Si quereis ver el video de la Parte I de este viaje lo podeis ver aquí https://aventurandonos.com/botswana/